Cómo alcanzar propósito de Año Nuevo. Sin fuerza de voluntad

Tu equilibrio en la procrastinación. 9 medidas efectivas para cumplir objetivos

¿Por qué fracasas (año sí y año también) en cumplir tus propósitos del 1 de enero?

Respuesta simple: Porque no tienes suficiente fuerza de voluntad.

Pero no te preocupes, los humanos somos imperfectos. Demasiadas tentaciones en esta vida moderna. Quien dice que cumple, miente.

¿Qué sugerimos desde Cardinal si tu objetivo es perder peso?

Cárgate esta superstición en el día 1. Cuesta creer que una fecha arbitraria en el calendario gregoriano pueda ayudarte en la consecución de una meta contra natura. Mejor introduzcamos algo de behavioral economics (psicología del comportamiento en la gestión de unos recursos escasos) y mecanismos externos de control. 9 medidas que sí funcionan si quieres ganar disciplina.

1. Comprometerte en público

“Lo tendrás en una semana.” Marcando día y hora funciona mejor. El truco en decírselo a todos tus conocidos. “Presentaré el paper en la conferencia de Bilbao.” Éste será un buen mecanismo de compromiso, trabajarás más porque ya no quieres quedar mal. El poder de los deadlines. Funciona con alumnos poco disciplinados (sin una fecha nunca entregarían el trabajo). Sabiendo que procrastinarán, puedo obligarles, paternalísticamente, a estudiar para un examen. El problema es que despertarán tarde, estudiando el día antes.

¿Cómo arreglarlo? Si eres freelance manipula tus fechas de entrega, introduce pequeños deadlines (¡fuerza reuniones!) dentro de un mismo proyecto, para incrementar tu rendimiento. Ejemplo: Organizar catch-ups y project reviews, antes de la presentación final. Mantendrás así una productividad constante.

2. Visualizar

Los humanos procesamos mejor la información presentada en formato gráfico. Está en nuestra programación. Los gráficos, bien planteados, te permiten entender (¡100 veces mejor!) qué está pasando. Dos ejemplos: Efectividad de vacunas y muertes en conflictos militares. También desde los dibujitos. Preferible un chiste del New Yorker que el tweet de un académico. Lo complejo es sintetizar la idea, ser directo, desde el minimalismo: Diferencias entre París y Nueva YorkDiferencias entre hombres y mujeres.

Charles Joseph Minard, ingeniero civil francés, tiene, según Ter, el mejor mother-fucking map de la historia: Carte figurative des pertes successives en hommes de l’Armée Française dans la campagne de Russie 1812–1813.

¿Cómo debe presentarse un gráfico? Según The Economist: “You should always learn something interesting from the chart in just a few seconds. But you will gain even more by exploring the graphic and spending time with it.

Conclusión a todo esto: Si quieres incrementar productividad, organízate metas trackeando el progreso, a lo largo de un año. El incentivo solo será efectivo si puedes visualizarlo. Establece en Strava un yearly goal (ambicioso pero alcanzable) de 3.000 kilómetros en bicicleta. Pícate, intenta superarlo.

Más casos: 1. Si te digo que conducir moto es peligroso, me dices que ok. Si te enseño esto, decides prohibírselo a tu hijo adolescente. 2. Como economista no termino de ver claro lo de jugar a la lotería. Pierde todo el sentido cuando traduces el porcentaje. 3. Hoy no te dejarían pero, pre-crisis, recibías el 100% del dinero de una hipoteca. Vayamos al simulador. ¿Sigues queriendo firmar un préstamo a 35 años? Regulación para reducir riesgo de nuevas burbujas— sesgo hacia la propiedad: Antes de contratar, obligatorio visualizar el coste de los intereses (ajustando por inflación). La gente lo entendería mejor que con un notario. 4. La nueva campaña de BBVA va en esta dirección: Cuánto más sabes, mejor decides. Prefiero estudiar mis cuentas (el coste de oportunidad de mis decisiones) desde una gráfica, no en un informe escrito de resultados.

En parte, es también una cuestión de enfoque, en el formato de la pregunta. Cuando digo que hay 90% de probabilidades de sobrevivir la cirugía, 82% de los pacientes decide operarse. Cuando digo que hay 10% de probabilidades de morir durante la cirugía, 54% decide hacerlo. Es el mismo escenario, invirtiendo la pregunta. (1) Persiguiendo objetivos, tómatelo así: Cuida tu cuerpo si quieres vivir más años (¡encontrarás menor resistencia desde este ángulo!). Murakami trata el deporte como si fuera su trabajo.

3. Autoincentivarte

Dudar de tu fuerza de voluntad. Confiar en los sistemas. Hacerlo todo con skin in the game, no solo de palabra, jugándote perder algoStickkvincula número de cuenta a una plataforma contraria (e.g., PACMA entre taurinos). Alguien vigilará si cumples. Si luego testifica que no lo has hecho, enviarán el dinero. La clave: Anticipar el conflicto interno (¡honestidad!) y diseñar ex ante una señal. Uno de mis repetidores lanzó los apuntes de la asignatura justo antes del test. No lo recomiendo, pero aprobó con un 8.

Si quieres adelgazar, comprarte unos pantalones bonitos, ajustados… y caros. Si el objetivo es finalizar una maratón, apuntarte 6 meses antes a la de Nueva York, pagando vuelos y hotel en Manhattan (sin posibilidad de cambio). Ahora sí que saldrás a entrenar cada mañana. No finalizo mis MOOCs gratuitos. Sí finalizo mis MOOCs de pago. Solo aprendemos palmando pasta.

4. Autolimitarte

Hernán Cortés quemando las naves. Mensaje claro para sus hombres: No habrá retirada. O Ulises, en la Odisea de Homero, atándose al mástil. Conociendo a las sirenas, prefería no tener que decidir. Tú intentas trabajar sin distracciones, teniendo acceso a Wi-Fi. Mejor descárgate este programa.

No entra dentro del modelo racional que puedas estar mejor eliminando opciones… pero así somos. Adquiriendo un plan de pensiones con comisión por retirada (¡puedes firmar un contrato idéntico sin penalización!) o escondiéndote la bolsa de cacahuetes porque sabes que seguirás picando.

En negociación: Un compromiso inamovible. El mejor signaling.

Estrategia eficiente en política, tenga valor o no tu palabra. La posición es más creíble si eliminas alternativas, informando a tu rival que descartas la opción de ceder. El animal más loco, con sangre en los ojos, puede llevarse la disputa sin pelear, señalizando agresividad máxima (i.e., dispuesto a morir).

5. Generar hábitos

Irónicamente, desde la fuerza de voluntad. Lo del cepillo de dientes con los niños. Lo de salir a correr cada mañana, hasta convertirlo en algo rutinario. Los primeros días tienes ganas de dejarlo pero, si sigues insistiendo, reducirás gradualmente la resistencia al cambio. Cada acción tendrá un coste menor.

Beneficio difuso a los 65. Sacrificio real a los 20. Corto plazo vs. largo plazo, conflicto temporal. Posponer será siempre tentador, ¿cómo convencerte que merece la pena el esfuerzo? Ariely, como todo buen economista, piensa en incentivos, sugiere acompañar cada sacrificio con un pequeño premio, auto-incentivarte ex post con una recompensa. (Ojo: No funciona cena en McDonald’s después de 10 minutos de spinning.) Sabe de lo que habla. Diseñó, por necesidad, su propio sistema. Cogió Hepatitis C y le ofrecieron tratamiento experimental (con molestos efectos secundarios). El único paciente que finalizó el programa. ¿Cómo lo hizo? Cada noche, después de tomarse su medicación, se regalaba una buena película. Y terminó curándose.

Abría esto diciendo que una fecha arbitraria no será relevante. No es del todo cierto. Hay quien dice que funciona iniciar las dietas fuera de la rutina (cuando regresas de vacaciones) aprovechando el cambio de chip. Dicho esto, septiembre no parece un buen momento para perder peso. Buscas un shock, un punto de inflexión. Algunos simularán entorno hostil para creérselo más, monitores militares en gimnasios pijos. Pagas para recibir insultos porque, más allá de potenciales preferencias por el sado, te ayuda a forzar ese cambio.

6. Seguir normas sociales

La sociedad, institución diseñada para controlar instintos no deseados. Las ficciones, alrededor de un fuego, marcan el principio de todo. Escribía Ursula K. Leguin: “There have been great societies that did not use the wheel, but there have been no societies that did not tell stories.” A partir de esa primera historia, en una cueva, los humanos hemos gestionado una cultura. Desde ella, reprimendas y premios. Prevalecen, por suerte, los valores clásicos.Ejemplo cotidiano: Mirar mal en el bus a quien no deja su sitio a una abuela. O confrontarle directamente, jugándote una hostia. A pesar de los catastrofistas, podemos afirmas que seguimos cooperando de forma fascinante: El héroe que dio la vida por un desconocido y Harari tratando de entenderlo. (2)

Las tradiciones ayudan a transmitir esos valores (¡empíricamente correctos!) de padres a hijos. La cultura es una solución colectiva a un problema individual de comportamiento. Fijamos unas reglas y vigilamos desde arriba, desde la sociedad. Toda historia religiosa incorpora una lección sobre el pecado. Todo cuento popular esconde una moraleja dirigida a niños traviesos. Hace 10.000 años, si no cooperabas te expulsaban de la tribu. Y no podías sobrevivir por libre. Aquí nació el instinto de validación social, ser aceptado. Contradictorio con mensajes anteriores pero, si buscas disciplina, preocúpate por el ‘qué dirán’, ajústate a los valores de tu comunidad.

Sabiduría popular temática posponer gratificación: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.” “A camino largo, paso corto.” “No se ganó Zamora en una hora.” No compres programa de productividad al coach flipado, escucha a tus abuelos tienen todos los tips para procrastinar menos.

7. Trabajar acompañado

Ir al gym con un amigo (¡ya no puedes dejarle tirado!) o preparar juntos un examen. Funciona en la vigilancia mutua y la presión social. Si quieres aprobar el CFA lo mejor que puedes hacer es picarte con un compañero, entrando en una rutina competitiva. Test de la nube, el impulso es comérsela. Más fácil superarlo si vas con tu hermanito. (Por cierto, disciplina en edad temprana correlacionada con felicidad en edad adulta… se corrige instinto vía familia y sociedad, again, si los valores son correctos.) Somos competitivos por naturaleza. Alcohólicos Anónimos es efectivo en la comparación: “Si este pringado que tengo al lado puede dejarlo, ¿cómo no voy a poder yo?”

También a gran escala, grupos de crossfit trabajando un domingo en la playa. ¡Hay que ponerle ganas! Intuyo razones primarias. Sí, todos sabemos que ibas a ligar y que, sin buscarlo, te pusiste más fibrado que Cristiano Ronaldo.

El incentivo de follar, la historia de la humanidad. El postureo (señalización de status social) es hoy el principal motor de una vida sana. Inscripción al Ironman por 400 EUR (ojo, licencia oficial). ¿Qué porcentaje estarías dispuesto a pagar si no pudieras colgar la foto en Instagram? ¿Cambiarías de vida practicando deporte si no pudieras contarme cómo el deporte cambió tu vida? Lo haces para sentirte bien contigo mismo y lo haces para sentirte bien cuando te proyectas en los demás. La pregunta del millón: ¿Qué porcentaje de tu salario estás gastándote en ese signaling? El óptimo sería 0, pero somos animales sociales. Siendo realistas: Desaconsejable más de 20%.

8. Decidir con tu yo futuro

Conociéndote, fija esta regla.

Ahorrar con el dinero de una promoción. Si trasladas la decisión al año 2030, disminuye la tentación de gastártelo. Desde tu idealizada versión en el futuro (menos impulsiva que el yo presente) seguirás una preferencia más austera. La mayoría prefiere 50 EUR hoy a 55 EUR en 3 meses, pero no prefiere 50 EUR en 3 meses a 55 EUR en 6 meses. Es la misma decisión con un delay de 3 meses. Trampas de la recompensa inmediata—sesgo carpe diem. Te será más fácil posponer la gratificación cuando decidas con tu yo futuro.

El secreto en comprometerte antes del aumento salarial, nunca decidir en caliente. Encontré 50 EUR en una discoteca. ¿Qué crees que ocurrió? Sí, invité a mis colegas. No es un drama pero no era mi preferencia número 1. (Si hubiera querido hacerlo antes, yo ya tenía ese dinero en mi tarjeta bancaria.) El error de ajustar ingresos a gastos. Tú intenta no cambiar (demasiado) tu vida si te suben en el trabajo. El clásico de subir de coche cuando recibes la promoción, consumismo destructivo por insaciable. Si vivías bien con 2.000 EUR, ¿por qué cambiarlo ahora? Ahorra con tu extra, vivirás más tranquilo.

9. Mostrar gratitud

Te ayudará a posponer la gratificación. Darwinianamente programados para compartir recursos y realizar sacrificios. Si identificas y priorizas esas emociones sociales ya no necesitas deadlines ni normas tribales, tampoco mecanismos de compromiso. Ya no existe dilema cuando decides desde el amor y la compasión. El autocontrol funciona sin esfuerzo, de forma natural. Las emociones sociales son un mecanismo evolutivo para ayudarte a decidir mejor, para que aprendas a valorar las alianzas futuras por encima de la gratificación presente. Y que actúes en consecuencia.

Disciplina vía agradecimiento. Aunque mi argumento a favor (de dar las gracias) es otro: Ser agradecido te permitirá ser más feliz. Palabra de Cohen.


(1) Michael Lewis en The Undoing Project. “Lung cancer proved to be a handy example. Lung cancer doctors and patients in the early 1980s faced two unequally unpleasant options: surgery or radiation. Surgery was more likely to extend your life, but, unlike radiation, it came with the small risk of instant death. When you told people that they had a 90 percent chance of surviving surgery, 82 percent of patients opted for surgery. But when you told them that they had a 10 percent chance of dying from the surgery which was of course just a different way of putting the same odds only 54 percent chose the surgery. People facing a life-and-death decision responded not to the odds but to the way the odds were described to them. And not just patients; doctors did it, too. Working with Amos, Sox said, had altered his view of his own profession. “The cognitive aspects are not at all understood in medicine,” he said. Among other things, he could not help but wonder how many surgeons, consciously or unconsciously, had told some patient that he had a 90 percent chance of surviving a surgery, rather than a 10 percent of dying from it, simply because it “was in his interest to perform the surgery.”

(2) Yuval Noah Harari en Sapiens. Any large-scale human cooperation whether a modern state, a medieval church, an ancient city or an archaic tribe is rooted in common myths that exist only in peoples collective imagination. Churches are rooted in common religious myths. Two Catholics who have never met can nevertheless go together on crusade or pool funds to build a hospital because they both believe that God was incarnated in human flesh and allowed Himself to be crucified to redeem our sins. States are rooted in common national myths. Two Serbs who have never met might risk their lives to save one another because both believe in the existence of the Serbian nation, the Serbian homeland and the Serbian flag. Judicial systems are rooted in common legal myths. Two lawyers who have never met can nevertheless combine efforts to defend a complete stranger because they both believe in the existence of laws, justice, human rights and the money paid out in fees. Yet none of these things exists outside the stories that people invent and tell one another. There are no gods in the universe, no nations, no money, no human rights, no laws, and no justice outside the common imagination of human beings.”

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